"There is nothing to writing. All you do is sit down at a typewriter and bleed." - Ernest Hemingway

domingo, 8 de diciembre de 2019

Porte fermée.

Pienso a menudo en lo ridículo que es seguir pensando en ti. Pienso en cómo sería volver a vernos, escuchar tu voz, verte sonreír. Pienso en lo ridículo que es llevar años sin verte y recordar perfectamente tu voz, tu sonrisa. Pienso que la memoria me falla bastante a menudo pero, en lo que a ti respecta, es como si te hubiera visto ayer. Pensarás que es patético que piense en ti a estas alturas, como si alguna vez hubiera tenido algún sentido hacerlo. De hecho, lo más seguro es que no pienses en mí. Me gustaría saber en qué piensas cuando algo te recuerda a mí. Espero que aún haya cosas que te recuerden a mí. Espero que alguna vez pienses en pensar en mí y te sientas tan ridículo como yo por el poco sentido que tendría. Pienso que llevo años dejando una puerta abierta por si te da por volver, ya sabes, te lo pongo todo fácil para compensar lo difícil que fui. Pero está entrando demasiado frío y, sinceramente, te veo capaz de abrir tú mismo la puerta, si alguna vez te encuentras frente a ella. Pensarás que estoy mal de la cabeza. Pienso que tienes razón. Pero no se me ocurría otra forma de decirte que hoy he pensado en ti. Da igual cuando lo leas.

                        

Si jamais tu penses à moi, je penserai à toi.

sábado, 27 de octubre de 2018

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Ojalá estuviera en otra parte.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Me da tanto asco en lo que me he convertido que me niego a volver a los lugares que un día me vieron ser yo, por miedo a que no me parezcan los mismos. Hace tanto que te callaste que escucho tus gritos en mi cabeza y tengo que pedir a las voces que hablen más fuerte para no escucharte. Tengo tanto que decir que hace mucho que decidí esconderme, no vaya a ser que me oigas y vuelva a empezar todo otra vez.

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¿Sabes esa sensación, cuando recuerdas algo que pasó hace mucho tiempo y de repente lo comprendes? Lo que la otra persona dijo o hizo, lo que en aquel momento no tenía sentido, ahora encaja. Lo entiendes. En ese momento ves por fin lo equivocada que estabas. Y quieres tragarte la lengua, sacarte los ojos, ahorcarte con tus propios intestinos; CÓMO PUDISTE SER TAN IMBÉCIL, CÓMO PUDISTE ESTAR TAN CIEGA.

Y ya está, el tiempo ha pasado, hace mucho que el tren se fue, la oportunidad murió y, por lo que sabes, hasta él podría haber muerto, y todo porque en el momento clave que estabas esperando miraste hacia otro lado y no entendiste nada.

Y en eso consiste la vida.