"There is nothing to writing. All you do is sit down at a typewriter and bleed." - Ernest Hemingway

jueves, 8 de julio de 2010

Normalidad alterada.

Érase una vez un chico normal, con una vida normal, unas aspiraciones normales y una cara normal. Lo único que no era normal eran sus cejas, grandes y asimétricas, y por eso él las odiaba. Apenas soportaba mirarse en el espejo por ese mismo motivo, pero no le quedaba más remedio que convivir con ellas.
Un día, paseando por su barrio, vio como se instalaba en la plaza más importante un hechicero. Estaba solo, poniéndose cómodo al parecer, y nuestro protagonista decidió acercarse.

-Eh... hola, ¿eres hechicero de verdad?- se atrevió a preguntar.
-Eso dice mi cartel- respondió el hombre.
-Y usted... ¿concede deseos?
-Podría hacerlo.
-Verá... a mi me gusta mi vida, pero si hay algo que pudiera cambiar... serían mis cejas. En serio, no las soporto, me acomplejan mucho.
-Lo siento chico, no puedo cambiar el aspecto físico de ninguno de mis clientes, va en contra de las reglas. Pero, a cambio, te puedo ofrecer otra cosa: si de verdad te acomplejan tanto, te puedo dar una capa de invisibilidad para ocultarte...
-Mmm, vale, ¡creo que me puedo arreglar con eso!

Y así fue como el chico consiguió una capa para hacerse invisible. Llego corriendo a casa y, emocionado, se la colocó como pudo por encima. No podía dar crédito a sus ojos cuando se miro al espejo: veía perfectamente lo que había detrás de él, se había vuelto invisible, ¡a excepción de sus cejas! Las veía nítidamente reflejadas en el espejo, tan feas como siempre. No se lo podía creer... en un arranque de locura, decidió afeitarse las cejas, de tal modo que no quedara ni un solo pelo de ellas. Y así lo hizo, y cuando se puso la capa fue totalmente invisible. Solo que... se encontraba raro, se sentía mal. Lo achacó todo a la capa, y decidió ir a ver al hechicero para pedirle explicaciones.

Llegó a la plaza y... estaba vacía. "Joder, ¡pero si he estado aquí hace media hora!" Pregunto a algunos habitantes y le dijeron que el hechicero había decidido buscar un lugar más apropiado para situarse, que no le gustaba este pueblo. Así que el chico decidió ir en su busca.

Recorrió montones de ciudades, siempre a escasos kilómetros del hechicero, siempre a punto de darle alcance. La cuestión es que nunca lo conseguía. Recorrió medio mundo empeñado en ganarse una explicación, y lo único que ganó fue dolor de pies y que le volvieran a crecer las cejas. Se sentía solo, perdido, triste y deprimido. Hasta que la encontró a ella. Es imposible describir lo que sintió cuando la vio, solo sabe que el resto del mundo se desvaneció a su alrededor. Ella era una chica normal, con una vida normal, unas aspiraciones normales y una cara normal. Lo único que no era normal eran sus cejas, exactamente iguales que las de él. Le parecía increíble... fue como amor a primera vista (de cejas). Ella decidió acompañarle en su extraño viaje, y juntos recorrieron lo que quedaba de mundo.

Un día él le pregunto si no odiaba sus cejas por encima de todo, y ella respondió que no, que la daban encanto, que en ellas residía todo lo que le hacía especial. Nuestro protagonista meditó aquella respuesta, y llegó a la conclusión de que quizás no sería tan horrible mantener sus cejas, quién sabe. De todos modos, de poco le sirvieron esos pensamientos porque, unos días después, un accidente de coche le dejó sin cejas para unos cuantos meses, además de varias quemaduras y cortes por el cuerpo. "Venga ya, justo cuando aprendo a sobrellevar mi situación, ¿ocurre esto?" La cuestión no es que él se hubiera quedado sin cejas, si no que había cambiado: se había vuelto seco, arisco, borde y cerrado. Y su chica se dio cuenta. Intentó hacer como si nada, pero la convivencia se fue volviendo cada vez más insufrible hasta resultar insoportable. El chico no ponía nada de su parte para mejorar la situación, y la chica terminó cansándose.
-Cuando te crezcan las cejas, ¡vienes a buscarme!

1 comentario:

  1. Dios, que historia más surrealista jajajajaja me he reido la verdad. Me alegro de tener unas cejas normales jajaja

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