Podrías enamorarte de mis calcetines de puntitos, o de mis zapatillas de andar por casa. Podrías, quizás, fijarte en mi curiosa forma de andar o en cómo me pongo el reloj. Pero, en vez de eso, vas a saco a por mi boca, mi mirada y mis defectos. Derribas de un golpe mis detalles y te llevas de calle a mis lunares. Asedias a mi cuello y me atormentas con paradojas, acertijos, juegos y números primos. ¿Tú lo ves normal? Me arrepiento si te dejo y me carcome si te pienso; pero, sin embargo, juego. Es la locura de lo absurdo, una paranoia nacida de algo insólito. ¿Quieres más motivos? Las estrellas nos amparan, y era de noche cuando nos conocimos. ¿Quemas tu vida? Yo me quemo en tus pupilas. De nuevo otra sacudida, me revuelves la rutina y yo no sé como seguir…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar(1), 2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23, 29, 31.
ResponderEliminarAl final subiste el que me gustaba... jjaja
ResponderEliminarEl 24 no es primo pero me encanta..!
Infinito...
ay dios, me gustó lo del principio, lo de enamorarte de las zapatillas de andar por casa o la forma de poner el reloj, que pena que no sea así :/ El texto en general es precioso
ResponderEliminarUn beso !