Cerrar ciclos, terminar capítulos... con el tiempo las cosas acaban, unas por insostenibles y otras por imposibles (o por una absurda combinación de ambas). Y, cuando todo pasa, en una de esas (in)voluntarias miradas de reojo hacia atrás ves todas las locuras que has hecho. Piensas, te sorprendes, y... te callas. Porque cinco minutos bastan para demostrar la poca importancia de todos los minutos anteriores (86400). Y otros cinco minutos son suficientes para darte cuenta de que el amor no puedes dejártelo olvidado entre las sábanas cada mañana. Si no está al día siguiente, es que nunca estuvo.
(Yo, con esto, lo doy por terminado).
Eso es muy cierto *.*
ResponderEliminarEl amor siempre tiene que estar presente.
Te mando un besito, lindo jueves para vos *.*
La frase final es perfecta.
ResponderEliminarQue cierto es eso. Muy buena esta entrada.
ResponderEliminar"Si no está al día siguiente, es que nunca estuvo" muy buena esta frase.
Cada día me gusta mas este blog.