Una tenue sensación de soledad. Algo de tristeza, de fondo. Miradas oscuras y ganas de dejar la ropa tirada por el suelo y dormir doscientas veintiocho horas seguidas. Cansancio acumulado, supongo. Los nervios de punta y muchas ganas de echarme a llorar, aunque eso no lo verá nadie. Más ansiedad de la que he tenido en mucho tiempo. Suspiros muy profundos. Ojeras, y una continua sensación de fracaso. Decepción también. No saber cómo vestirme por las mañanas porque me veo horrible haga lo que haga, aunque me ponga a hacer el pino delante del espejo con un vestido digno de Vogue. Estrés absurdo e injustificado. Más cansancio. Dedos agarrotados sobre las teclas y vista borrosa, estoy agotada. Lo siento, pero no me gusta septiembre.
Pero siempre te quedarán las ganas de volar.
ResponderEliminarPD: PRRR (sonido de una maquinilla)
:)
.