Esta vez no habrá cuentos de hadas, ni historias ideales, ni momentos perfectos. Ya no forzaré los te quieros ni estrujaré hasta la última muestra de cariño. Se acabó el darse de cabezazos contra los errores y el pensar después de actuar. No más equivocaciones, ni malos entendidos, ni siquiera fallos tontos. A partir de ahora seré valiente. Y voy a hacer las cosas bien, porque sé que puedo, porque seré yo misma quien me salve. Quizás tocar fondo fue lo que me hizo despertar, o darme cuenta de que estaba perdiendo altura, quién sabe. Será que la gente no cambia con los años, sino con los daños. Lo único seguro es que ahora no habrá un solo latido más alterado por culpa de las mentiras, no más taquicardias emocionales. Es hora de cambiar el final a todas mis tragedias y hacer que este invierno merezca la pena. En solo unas horas algo cambió, puede que terminara de volverme loca y eso me devolviera la cordura.
Y por eso estoy aquí, resurgiendo a golpe de metáfora, dispuesta a cambiar el orden de todas las frases de mi vida con tal de que tú y yo seamos algo más que un recuerdo a medio olvidar. Y aunque el tiempo nunca haya estado de mi parte, esta vez conseguiré hacer del caos un arte.
(Y a la mierda con la autodestrucción).
Cuando lo logres, quiero la receta para hacer del caos un arte :)
ResponderEliminartienes razón, es mejor pasar de los errores y seguir adelante :)
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