Para dejar por escrito que no voy a abandonar.

Es lo que tiene la vida. Es lo que tiene el amor. Las cosas salen mal, sufres, y a veces incluso lo das todo por perdido, aunque sea por un momento…

Pero, aún así, merece la pena. Merece la pena sufrir por ser feliz. Merece la pena pasarlo mal por estar bien. Merece la pena seguir esforzándose. Por cada segundo en el que consigas olvidarte del mundo, por cada deseo que puedas ver cumplido. Por levantarte cada mañana con ganas de más, y por acostarte cada noche con una sonrisa en la boca. Merece la pena aguantar, aunque el tiempo se vuelva eterno, aunque pierdas la cuenta de las horas que has visto pasar sin que pase nada. Sobreponerte, sacar valor de donde nunca hubo y ser fuerte. Demostrar que puedes ser mejor, que eres capaz de sortear tus propios baches y darlo todo. Y será difícil, pero no imposible... Nunca he tenido paciencia pero, por una vez, haré un esfuerzo. 

Porque merece la pena.