Te echo de menos a morir.

Parece que se acaba el mundo. Parece que, si no te veo, esto no tiene sentido. Los colores pierden intensidad, los sonidos se apagan, la vida deja de tener gracia. ¿Que exagero? Puede, pero es que no te imaginas hasta que punto soy tuya. Bueno, en verdad si te lo imaginas. Te he hablado de ese punto, ¿recuerdas? Aquel en el que ya no hay vuelta atrás. Ese punto en el que ya no eres capaz de cansarte, ni de aburrirte. Y yo he traspasado ese punto. Bueno, más bien lo he derribado, porque nunca imaginé que pudiera sentir esto por alguien. Es como lo de las famosas mariposas en el estómago, solo que en mi caso en vez de mariposas debe haber mamuts. Lo que intento decirte es que lo que siento no es normal, que si hace falta muerdo el agua por ti. Supongo que es lo que tiene llegar a ese punto, ¿no? Que no puedes evitar enamorarte…