(Yo estoy dispuesta a hacer lo mismo por ti, ya lo sabes, y por mucho tiempo).
sábado, 28 de agosto de 2010
Confesiones a una idiota.
Gracias. En serio, por muy absurdo que te parezca, me veo obligada a darte las gracias. Bueno en verdad obligada no, pero creo que tengo que hacerlo. Es curioso, ya lo se, pero es lo que hay. A pesar del desquiciamiento que me produces, y las paranoias y rayadas mentales que ocasionas en mi cabeza, he de decir que merece la pena. Todas esas movidas merecen la pena. ¿Por qué? Pues supongo que porque me haces pensar, y por mucho que yo argumente que pensar demasiado no es bueno, en realidad a veces incluso viene bien. Quien sabe, al final resultará todo al contrario de como pensábamos... ¡pero no tanto! Las cosas no van a dar una vuelta tan rotunda como tú crees, ni de lejos, de hecho lo más probable es que siga todo más o menos como ahora, solo que mejor. En fin, que me desvío del tema. Gracias por hacerme reflexionar sobre mi vida, mi situación y mis circunstancias. Gracias porque cada vez que te suelto "¡ aplícatelo!" me planteo si no debería hacer yo lo mismo. Gracias porque creo que intentando conocerte a ti voy a acabar conociéndome mejor a mí misma. Gracias porque ahora intento ser mejor persona solo para ser digna de tu confianza. Gracias por aparecer y, sobretodo, gracias por escuchar.
Etiquetas:
Secretos de idiotas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario