Labios bien delineados. Pestañas interminables. Ondas definidas. Mirada inolvidable. Guapa. Impecable. Perfecta... sí, sabes de quién hablo. Siempre tendrá la pose adecuada, y nunca la verás fuera de lugar, pero a la hora de la verdad se diluye como el hielo bajo sus tacones. Mucho making-off para vender una máscara: maquillaje, ropa cara, unos cuantos trastornos alimenticios y una sonrisa digna de la última edición de photoshop. Pero jamás hubo un interior más vacío: le sobran los traumas y no sabe tratar con la gente, se le atascan las lágrimas y su propia risa se le clava en las entrañas. Es un maniquí, una de esas que folla pero no sabe hacer el amor. Y lo irónico es que lo intenta, con todas sus fuerzas, pero nunca supo dar (ni recibir); por eso se centra en aparentar. La conoces, ¿no? Es otra típica chica de revista.
Nunca dejarás de sorprenderme Cris =)
ResponderEliminarTú eres casi una chica de revista. Y digo casi porque eres mucho mejor que eso, sin las carencias que ellas tienen, pero preciosa :)
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