"There is nothing to writing. All you do is sit down at a typewriter and bleed." - Ernest Hemingway

viernes, 1 de febrero de 2013

A veces, "querer" se vuelve jodidamente relativo.


Llegas sin fuerzas ni para elaborar una mentira decente. Demasiado trabajo, el estrés, un marrón del que no pudiste escapar (ytampocoquisisteperoesonolodices). Crees que cada día vuelves al mismo sitio y no te das cuenta de que ya no tienes a donde volver. Y no sabes donde esconderte para dejar de ver sus ojos tristes. Ni hacia donde correr para no chocar con sus caderas. (…)
Recuerda que solo pueden llamarte cobarde si estás lo bastante cerca para escucharlo. Así que no te pares: ya que huyes, hazlo bien. Que no te pillen a mitad de la escapada, que no tengas que tragarte la vergüenza y las agallas cuando te devuelvan a tu sitio. No mires atrás, porque cada vez que lo haces te (re)enganchas. E incendias de nuevo la tristeza, que quema tanto como cualquier incendio. Solo que la herida va por dentro, y eso no hay orgasmo que lo cure. Ni palabras bonitas, ni miradas tiernas. Que, a estas alturas, ni todas las constelaciones del mundo podrían llevarte a donde quieres estar. Y llevas meses siguiendo la estela equivocada. Y todo para volver a perderte en el mismo lugar, con el mismo exceso de gente, la misma escasez de personas, la misma cobardía de mierda. Todo seguirá estando igual. (…)
Quién no estará será ella, pero con eso ya contabas desde que dejó caer su espalda sobre tus sábanas. Supiste que la perderías desde la primera vez que la viste. Y ahora no tienes los cojones de retenerla, aunque sepas que no podrás volver a tumbarte en la cama en la que dormiste con ella. Que prefieres quemar tu casa antes que volver a entrar y que no esté ella. Miente ahora. Miéntete. Prométete a ti mismo que la distancia y el olvido siempre vienen juntos. Que no hay mal que por bien no venga. Que la vida sigue, y todas las gilipolleces que se te ocurran. Y cuando veas que no puedes, que tu equilibrio se marchó tras sus piernas, que no eres capaz de pronunciar palabra sin su lengua… entonces ya me contarás dónde te metes tus mentiras.

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