"There is nothing to writing. All you do is sit down at a typewriter and bleed." - Ernest Hemingway

jueves, 7 de febrero de 2013

Siempre al otro lado, tú.

Qué se siente. Eso preguntan quienes no le conocen, pero ven los efectos de haber ido más allá de las presentaciones. Qué se siente.
Una parálisis completa de toda capacidad de acción, potenciada por sus ganas de hacerme lo que sea. Lo que quiera. Él le arrancó el significado a "volver", porque desde que le conocí se convirtió en todos los destinos posibles, mis idas y venidas; y mi casa solo una parada necesaria para volver a él.
Que, si él no está, los días son solo puntos.y.seguido.esperando.un.espacio.
Un recorrido sin fondo, mal dibujado y estrecho. Laberinto asfixiante para mis ganas de respirarle.
Ysiguensinaparecerespaciosquedisimulensuausencia.
Un abismo, y tal vez al otro lado esté él, que es más abismo todavía. Pero yo solo recuerdo caer hacia arriba.
Siempre superó la pereza de mis labios, que nacieron con complejo de koala. Y estuvo a todas las alturas que quisieron marcarle mis alas.
Lástima de corrientes, que nos sepultaron a distintos hemisferios e impusieron un efecto Coriolis en nuestras ya de por sí desastradas cabezas; para que las pocas ideas que teníamos claras giraran en direcciones opuestas. 
No sé si perdí el rumbo o me abandonó él.
Los kilómetros mentales que recorrí pensándolo hicieron que dejara de importar. Y ahora no puedo dormir sin conocer la respuesta. Al alejarnos tanto, hasta perdimos de vista la pregunta. Creo que nos la cambiaron.
Me conformo con que alguien aún tenga ganas de contestarme.


Que hace tiempo que no pierdo el sentido por tu espalda,
ni el aliento por tus suspiros.
Pero lo que daría por volver a perderlo.

3 comentarios: