"There is nothing to writing. All you do is sit down at a typewriter and bleed." - Ernest Hemingway

martes, 28 de mayo de 2013

RBDPFB


Llevaba tiempo eludiendo oportunidades y rescatando recuerdos,
inutilizando todos los tiempos posibles y extraviando señales;
sin saber cómo podría conjugar mi vida 
después de entender que todos los verbos que realmente me gustan 
solo podían ser escritos en pasado.

El único presente factible era esperar,
ideando la mejor manera de formular un futuro perfecto;
negociando todos los condicionales de ser
                                               y tener a alguien.

Alguien que sea la huida, en vez de darme ganas de huir.
Que no me encuentre, pero que jamás se canse de buscar,
y se muera por perderse conmigo.

Llevo demasiados meses preguntando 
where is all the time that heals?
Y el tiempo llegó en forma de ojos verdes,
con cara de niño pequeño y sonrisa adorable, 
camuflado de noches empañadas
y dejando una curiosa resaca a su paso.

Que todos sabemos que cada momento irrepetible
se convierte en cicatriz,
y gracias a ti yo tengo el cuerpo lleno
                   (pero de las buenas)
de esas que dejan de doler cuando me miras a los ojos
y me recuerdas tu locura.

Y pensar que podríamos salvar el mundo
encerrados en tu coche
y hacer que se tambalee la luna
(porque, no te engañes, fue ella la que vino a vernos
                                                                     y no al revés)
y recorrer una y mil veces las estrellas,
dibujando siempre la misma constelación.

Y quedarnos en el culo del mundo,
que es donde se esconden los mejores lunares;
darnos más besos de los que caben
en todos los rincones de tu cuerpo o el mío,
y admitir que en ocasiones
la mejor banda sonora la pone la puerta de un BMW.

Que no hay vida más allá del vaho de las ventanillas
que tus ojos son todos los lugares donde quiero estar
y el frío solo una excusa para esconderme entre tus brazos.
Que mi porcentaje de dudas no tiene nada que hacer
frente a los cientos de almenas que ya han caído
y los miles que estás a punto de derribar.

Que no hay más locura que lo que siento por ti
y ni todas las zanjas del mundo podrían detenernos ahora
(y eso que aún no ha empezado el verano).


Y no saber qué hacer ni dónde,
pero contigo.

1 comentario:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar