Flying high;

Los días pasan como una sucesión estúpida de minutos sin razón de ser, solo presentes para recordarme la poca utilidad de todo lo que hago en mi vida (que tampoco es mucho). Días tan grises como tú en tus mejores momentos, que dan lugar a tardes lluviosas como yo cuando intentaba decirte algo a la cara y me quedaba a medias. Así empieza todo. Y supongo que así acaba. Siempre con un minúsculo pensamiento en la cabeza que sostiene que "tú podrías estar ahí en la calle, mojándote, esperándome"; y siempre sabiendo que eso nunca sucederá. Y menos ahora que estás bajo otra lluvia. No diré que te echo de menos. No ahora. No a esta distancia. 
Desgraciadamente, tú siempre fuiste octubre. Y octubre sin ti es absurdo.